Fiestas Populares







Linares celebra cada año su Feria de San Agustín del 27 de agosto al 1 de septiembre. 
La feria de Linares es, sin duda, una de las más importantes de España por la calidad de los espectáculos teatrales, la categoría de las primeras figuras nacionales e internacionales de las actuaciones musicales, los numerosos concursos, competiciones deportivas, exposiciones, conciertos que se organizan, el tradicional Concurso de Tarantas, que reúne a las primeras figuras del cante y. sobre todo, por su feria taurina:
ningún torero de renombre ha dejado de vestir el traje de luces en el coso de Santa Margarita desde que fuera inaugurado en 1867, su ruedo guarda tardes memorables para la fiesta de los toros y aquí fue cogido de muerte en 1947 el gran diestro Manuel Rodríguez "Manolete", al que año tras año se le rinde un emocionado homenaje. 
Pero la afición a la fiesta brava en Linares sale fuera de su plaza. prolongándose en su escuela de tauromaquia y en las tertulias taurinas de las tabernas.
Los linarenses hacen de su ciudad la protagonista de la feria. 
Linares, en estos días se engalana, se alboroza y se vuelca en sus calles. 
Desde por la mañana, en que es típico tomar higos chumbos con anís, pasando por el vinillo y las tapas del aperitivo, las tardes de toros y las noches de sevillanas en las casetas luminosas y alegres, Linares, los linarenses y los numerosísimos forasteros que en estos días llenan la ciudad, viven las fiestas con el entusiasmo, la alegría y la entrega que cada año hace un éxito de su feria.


Linares es una ciudad cosmopolita y abierta, influida por la riqueza cultural y cofrade de toda España. Los hombres y mujeres llegados hasta el esplendor minero de Linares han dejado la huella indeleble de su amor cofrade. 

Linares ha configurado una Semana de Pasión mosaico de estilos, confluencia de escuelas artísticas y de tradiciones del sur y del norte de España, con imaginería andaluza, castellana y levantina. Prestigiosas gubias que han dejado lo mejor de su obra en Linares. La  salida de los pasos o tronos, bien de misterio o dolorosas, entraña, la mayoría de las veces, enormes dificultades, bajo dinteles, puertas góticas estrechas, escalinatas y rampas... los costaleros llegan a arrodillarse y bajo la trabajadera, en el silencio, superan las apuradas pero hermosas salidas de las estaciones de penitencia de sus cofradías. Por ser la Semana Santa de Linares un mosaico de contrastes culturales, encontramos costaleros, costaleras, hombres de trono con riguroso traje oscuro y otros vestidos con túnica. 

La Semana Santa de Linares cuenta con más de treinta pasos o tronos (personalmente prefiero este último término) en los que se puede comprobar la belleza de su orfebrería, tallas, bordados, etc

Por este enclave geográfico confluyeron grandes imagineros de escuelas artísticas muy diferentes, como he señalado con anterioridad. 


Gracias a ello, podemos gozar de las auténticas obras de arte que estos artistas dejaron en nuestra ciudad, como las de Palma Burgos, Martinez Cerrillo, Gabino Amaya, Hernández  León, Ortega Bru, Álvarez Duarte... De la imaginería castellano-

leonesa hay que resaltar la figura de D. Victor de los Ríos (que murió el 13 de diciembre de 1996) con su Santa Cena "del Sur", Jesús Nazareno, Descendimiento del Señor, Santo Entierro, Resurrección y Cristo de la Penitencia. 

Las tallas de Cristo que acabo de mecionar son todas muy parecidas entre sí, algo criticado por algunos cofrades pero no deja de ser una característica que confiere aún más personalidad si  cabe a nuestra Semana Mayor.  

 También encontramos en Linares hermosas imágenes de la Virgen, como las dolorosas procedentes de la gubia de D. Luis Alvarez Duarte. 

Suyas son obras como la Virgen de la Alegría, Paz, Dolores y Amargura. 

El sello mariano de este famoso imaginero sevillano ha marcado a las cofradías linarenses. 


Y como otros maestros reconocidos encontramos a Eduardo Espinosa, Cerrillo, de Luque, Garduño, Juan de Astorga, Gabino Amaya, Ajenjo y Francisco Palma.


 Es de destacar la intensa devoción existente en Andalucía por este tipo de imágenes. 


Esto se puede comprobar a la vista de los elegantes y espectaculares palios, símbolos de un extraordinario respeto. 



Admirables y solemnes composiciones y adaptaciones como "Aida", "Ben-Hur", "Centuria Romana", "Concierto de Aranjuez", "Éxodo", "Expiración", "Going Home", "Marcha Triunfal", "Miserere", "Nabuco", "Salve Consuelo"... son esperadas los días de la Pasión como auténtico sonido linarense.
Grandes bandas musicales de cabecera con cerca de cien músicos, bajo túnica, capa y caperuz, interpretan estas magistrales composiciones locales.


 Dichas agrupaciones han causado admiración a propios y extraños. Hablar del típico sonido cofradiero linarense es referirse forzosamente a los tercios de trompeteros: penitentes que tocan unas largas trompetas con
sonido bronco y desgarrado; hay trompeteros en Santa Cena (tercio de clarines), Rescate, Nazareno (tres estilos de toque: media, entera y floreada) y Expiración. 


También abundan las saetas con raíces locales, como la saeta por
seguiriya rematá por martinete con sabor de taranta minera. 






La Virgen de Linarejos es la patrona de Linares desde el 1 de noviembre de 1783, según un decreto dado por el Obispo de Jaén e Inquisidor General de España D. Agustín Rubín de Cebayos con fecha 24 de febrero de 1784, según consta en los Libros de Actas del Cabildo correspondientes a dicho año, que se conservan en el Archivo Municipal de Linares, en el que consta que además de hacerlo con carácter retroactivo a la fecha mencionada, le dio el nombre de María Santísima de Linarejos.


Según un antiguo romance incorporado en un manuscrito titulado "el Festín" y también conocido como el libro de D. Martín de Zambrana y Chacón, se estableció la fecha del año 1227 tradicionalmente aceptada como aquella en que fue encontrada por un ermitaño o hombre santo llamado Juan Ximénez que procedía de los campos de Albentosa (lugar próximo a Linares) en la fecha 5 de agosto, en que agobiado por el implacable calor, descansó a la sombra de un lentisco y allí fue el hallazgo de la imagen de la Virgen de Linarejos. En principio fue trasladada a Ibros, de donde aquel procedía, si bien milagrosamente, la imagen volvió al mismo lugar, por lo que entendieron que allí se le debía construir una ermita, muy rudimentaria al principio y que resultó destruida por un temporal, por lo que se le edificó una nueva en el lugar actual que fue inaugurada a mediados del siglo XVII.

Sin embargo, por los trabajos de investigación realizados por D. Manuel Morales Borrero y Dª Carmen Eisman Lasaga, basados en dos manuscritos de Gregorio López Pinto que se conservan en la Biblioteca Nacional, y que han sido publicados por el Instituto de Estudios Giennenses, se ha descubierto que en ambos aparece la fecha del encuentro de tan sagrada imagen en el año 1236, lo que merece más credibilidad por haber sido escritos ambos en fecha bastante anterior a la copia del mencionado libro de D. Martín de Zambrana.

Desde entonces, las fiestas en honor a la patrona de Linares, tienen lugar el último domingo de Pentecostés, en estas fechas la afluencia de personas es masiva, haciendo visita obligada también a la “pequeña feria” con carruseles y a la tómbola que tiene lugar al lado del Santuario.